Educación
Latinoamericana
LA FORMACIÓN DE MAESTROS EN AMÉRICA LATINA
Informe exploratorio realizado en diez
países, sobre la formación de maestros.
Verónica Hernández, Marcela Pérez Ramos y
Valentina Silvera
Instituto de Formación Docente
Maldonado, mayo de 2012
Tabla de contenido
Presentación
La formación inicial
docente
1. Introducción
2. Consideraciones iniciales para el análisis
1. Introducción
2. Consideraciones iniciales para el análisis
3. Marco
de referencia
4. Marco
conceptual
5. Marco
legal
6. Panorama de la formación inicial de docentes en América Latina y el Caribe
7. Perspectivas y retos del sistema de formación inicial docente
La
formación de docentes en servicio
1.
Introducción
2.
Consideraciones iniciales para el análisis
3.
Percepciones generales a partir del estudio
4. La
formación de docentes en servicio en América Latina
4.1 Cómo
se conduce la formación en servicio en América Latina
4.2 Marco
legal
4.3 Sobre
las instituciones que se hacen cargo de la formación
4.4 Nuevas
estrategias para la formación en servicio
4.5
Algunas reflexiones finales
Bibliografía
Presentación
La presente publicación se
nutre de los estados del arte de la formación docente en diez países de la
región, realizados a partir del convenio interinstitucional suscrito entre el
Programa de Educación Básica de la Cooperación Alemana (PROEDUCA-GTZ), y la
Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (UNESCO/OREALC) y
firmado en Santiago de Chile el año 2003. Estos estados de arte fueron
efectuados con la participación de un grupo de consultores a quienes se encargó
levantar la información y analizarla por grupos de países. A tal efecto se
crearon cuatro grupos: Argentina, Chile y Uruguay, a cargo de la consultora
argentina Paula Pogré; Bolivia, Paraguay y Perú, a cargo de la especialista
peruana Martha López de Castilla; Colombia, Ecuador y Venezuela, bajo la
responsabilidad del educador ecuatoriano Eduardo Fabara; y Cuba, cuyo estado
del arte fue encomendado al investigador cubano Lizardo García.
La formación inicial docente
Introducción
Desde la llegada de los españoles, la educación
básica en América Latina ha pasado por diversas etapas, todas ellas
dependientes de concepciones y tendencias provenientes de lo que se debatía y
se experimentaba en Europa.
En la historia de la educación de nuestros países,
desde la época colonial, el ejercicio de la docencia estuvo bajo
responsabilidad de la Iglesia y tuvo como propósito catequizar y difundir la
doctrina cristiana.
Puede decirse que, recién en el siglo XIX, nace la
preocupación por la formación de personas dedicadas a la educación, más allá de
los sacerdotes de las órdenes religiosas.
Al establecerse los sistemas educativos dentro de
la estructura del Estado, se dieron los primeros pasos para pensar y diseñar la
formación de maestras y maestros desde una perspectiva especializada y no como
una adición a otras funciones. Es la época de los Institutos Pedagógicos, las
Normales y las Normales Superiores, hasta llegar a los Institutos Superiores
Pedagógicos; ello, sin dejar de lado las facultades de educación creadas en las
universidades.
Consideraciones
iniciales para el análisis
El sistema de formación docente, en general,
responde a un modelo educativo que plantea una concepción del hombre y de la
sociedad; una filosofía y un modo de ser, actuar y valorar.
El proceso educativo de la formación inicial de los
futuros maestros es de capital importancia.
Es necesario tener en cuenta no solo los
conocimientos generales y los conocimientos pedagógicos, sino también las
cualidades morales. Se reconoce que esta preparación desarrollada en diversos
países ha sido diferente por las condiciones geográficas, históricas,
económicas y sociales, y, por ello, se estima que la preparación profesional y
pedagógica debe ir unida a una buena cultura general, afirmación que implica
que los estudios deben prolongarse lo suficiente como para que los alumnos
puedan adquirir una cultura general y una formación profesional adecuadas.
Marco de
referencia
Desde los inicios republicanos de
nuestros países, la preocupación por la educación se puso en evidencia. Sin
embargo, no encontramos sino hasta entrado el siglo XX muestras de la
preocupación por la formación inicial del docente.
Los temas que se trataron marcaron el inicio del
tratamiento orgánico de temas fundamentales para la formación inicial docente.
Estos fueron los siguientes:
1. La situación y perspectiva de la formación y
perfeccionamiento de los educadores en la región.
2. La descripción y el análisis de las
características y necesidades educativas de las poblaciones rurales y urbanas
menos favorecidas.
3. El diseño del perfil profesional de educadores
capaces de responder a las exigencias de los trabajos con grupos menos
favorecidos.
4. La identificación de las innovaciones necesarias
en el currículo de formación docente.
Marco
conceptual
La construcción de la Formación Inicial
en los países del estudio, guarda relación con las decisiones administrativas y
políticas que cada Estado adoptaba con relación a la educación en general y a
las demandas de la sociedad.
No existió un marco conceptual definido que
permitiese detectar las tendencias y corrientes en las que se fundamentaban los
cursos que constituían el sílabo de las instituciones formadoras.
La historia educativa no recoge de manera precisa
el marco conceptual que modeló la formación inicial de los docentes.
Las instituciones que «formaban» docentes, en un
inicio, no se diferenciaban de las que ofrecían la instrucción básica. Estos
diferentes sistemas crearon instituciones formadoras que no calzarían con los
prototipos actuales.19 Todo fue evolucionando y transformándose sin contar con
un marco conceptual de referencia y solo se recogió la voluntad política de
formar docentes para atender las demandas sociales. En algunos países, es
posible apreciar cómo el tránsito de una institución a otra no se hacía
partiendo de un marco conceptual, sino respondiendo a la coyuntura y a las
tendencias que primaban en los gobiernos.
Sin embargo, puede estimarse por los procesos
producidos que, desde la década de 1990, las renovaciones que se empiezan a
diseñar responden a temas que tienen un referente teórico desde las ciencias
sociales, en el marco del debate internacional.
En esta época, los cursos unas veces fueron
asumidos por el Estado y, en otras oportunidades, por entidades privadas,
siendo posible apreciar el énfasis puesto en lo metodológico y didáctico en
unos países más que en otros, debido a que existían modelos y estructuras
distintas en cada uno de ellos. Así, cada país diseñó su modelo desde una
estructura poco orgánica que respondía a los momentos políticos, a un énfasis
en las demandas, al crecimiento de la población y a factores culturales, económicos
y sociales.
Marco
legal
La malla legal en educación que cada país ha ido
tejiendo tiene como referente fundamental la Constitución del Estado. A partir
de ella, y con las prioridades que se le asigna, se ha ido vertebrando cada
sistema educativo. No existen secuencias que hablen de una matriz igual entre
países, sino, por el contrario, el repaso de la secuencia histórica en que se
han dado los procesos en cada contexto requiere de un análisis político y
pedagógico particular. Es allí donde se encuentran las mayores dificultades
para diseñar un discurso educativo coherente, como el que se requiere para
vertebrar una propuesta importante para la formación docente inicial en América
Latina.
La formación docente empieza a tener un respaldo
legal más orgánico a partir de la década de 1980. Finalizada la década de 1980
e iniciada la de 1990, se empieza a observar el tema educativo desde una
perspectiva política y, por lo tanto, la revisión del aspecto legal cobra
importancia.
Panorama
de la formación inicial de docentes en América Latina y el Caribe
No existe una estructura única para la formación
inicial. Cada país ha ido diseñando y ha constituido su propia estructura,
dependiendo de las disposiciones que, en política de formación docente, hayan
adoptado. Inclusive, en algunos países, la atención a la formación docente se
hace a partir de dos modalidades: mediante cursos regulares y por medio de
cursos de profesionalización que atendían y atienden a maestros empíricos.
Puede decirse que la formación inicial docente se
ha centrado en el desarrollo de conocimientos generales y de cultura personal
de los futuros profesores; además, que se ha puesto mayor énfasis en el
desarrollo de aptitudes para enseñar y educar que en la comprensión de los
principios fundamentales, a fin de establecer buenas relaciones humanas en el
entorno local y nacional. Asimismo, por medio de la enseñanza, se promueve una
conciencia de servicio y contribución al progreso social, cultural y económico
de cada país.
Casi todos los países, de una u otra manera, han
ido diseñado su oferta de formación docente siguiendo lo que los expertos
recomiendan: a) estudios generales; b) estudio de los elementos
fundamentales de filosofía, de psicología y de sociología, aplicados a la
educación (además, en todos los casos se promueve la reflexión en torno a la
teoría y la historia de la educación, la educación comparada, la pedagogía
experimental, la administración escolar y los métodos de enseñanza de las
distintas disciplinas); c) estudios relativos a la disciplina en la que
el futuro docente tiene intención de ejercer su carrera; d) práctica de
la docencia y de las actividades para escolares, bajo la dirección de
profesores plenamente calificados.
Perspectivas
y retos del sistema de formación inicial docente
Enseñar exige flexibilidad, creatividad y una
permanente actitud de búsqueda; en este sentido, los estudiantes de formación
inicial docente deben comprender que esta actividad requiere de algo más que de
la simple aplicación de técnicas y procedimientos pre-establecidos.
El desafío que tiene la formación inicial docente
es la estructuración de un sistema que sea creativo, flexible y crítico, y se
ofrezca en permanente actitud de búsqueda.
La gama de recursos que debe adoptar el futuro
docente necesita contar con el desarrollo de opciones metodológicas y
didácticas para obtener los resultados deseados.
Es conveniente que los formadores dedicados a la
enseñanza de la investigación educativa realicen investigaciones permanentes
sobre temas pedagógicos, metodológicos, didácticos y de enseñanza
especializada, en dirección con sus alumnos.
A nivel de contenidos, nuestros países requieren de
una formación inicial docente que sea desarrollada desde la perspectiva
intercultural, que es más enriquecedora que aquella que responde solo a
reflexiones y modalidades obsoletas.
El modelo curricular de formación docente necesita
responder al dinamismo que ha originado el progreso científico y tecnológico y
a los avances de las ciencias pedagógicas y de otras que tienen injerencia
directa en el proceso educativo.
Mientras no se cuente con profesionales docentes
mejor preparados, satisfechos de su profesión y con las capacidades necesarias
para aprender y favorecer aprendizajes, ninguna reforma, por muy bien ideada
que esté, podrá resultar exitosa.
La formación de docentes en servicio
Introducción
En las últimas décadas, la formación de los
docentes en servicio ha pasado a ser parte importante de las agendas de los
sistemas educativos en América Latina.
La problemática docente, se empieza a observar
desde diferentes perspectivas, identificando que las mejoras se darán en la
medida en que los sistemas educativos asuman contribuir tanto al mejoramiento
de la calidad y de los estándares de la práctica docente, como al mejoramiento
del prestigio y de la posición social de
la profesión. Esta situación ha hecho que la mayoría de los países en América
Latina organice la capacitación de docentes en servicio. Se ha hecho evidente
la necesidad de actualizarlos para que se adecuen a las actuales necesidades y
a los cambios propuestos en las reformas. En los países estudiados, esta
capacitación ha estado centrada en torno a cubrir dos necesidades: la primera,
titular a las personas que estaban ejerciendo la profesión sin título, y la
segunda, lograr el mejoramiento de la calidad de los procesos de
enseñanza–aprendizaje.
Consideraciones iniciales para el
análisis
Entendemos por sistemas de formación docente a
todas las acciones, actividades y programas que funcionan organizadamente en
pos de una formación eficiente.
Sería interesante aclarar lo que entendemos por
profesionalización y por profesionalismo. La profesionalización, como la ve
Hargreaves, «es el mejoramiento del prestigio y de la posición social», en este
caso, de la carrera docente. Se refiere a la mirada que tiene la sociedad
frente a la calidad y desempeño de la profesión docente.
Diversos autores proponen que el profesionalismo es
el mejoramiento de la calidad y de los estándares de la práctica; en otras
palabras, el mejoramiento real del trabajo docente, su desempeño, tiene que ver
directamente con la percepción de mejoramiento que experimentan y generan los
sujetos que realizan la tarea.
Las estrategias desarrolladas en los programas de
formación de docentes en servicio que se reportan en los diferentes países
estudiados son las siguientes:
Capacitación: es el estudio que permite aprender algo referido
concretamente al quehacer o a las necesidades del medio. Se refiere al
desarrollo de habilidades prácticas y/o a la adquisición competente de
instrumentos de trabajo.
Actualización: son los estudios que permiten renovarse en los
avances de la pedagogía y de las disciplinas científicas y tecnológicas.
Especialización: son estudios que profundizan en alguna área
interdisciplinar o permiten a los profesionales formarse para asumir alguna
función jerárquica o especializada.
Percepciones generales a partir del
estudio
La formación inicial se ha mantenido
bastante al margen de las necesidades que, en la práctica, el docente tiene que
enfrentar, como son las demandas de los alumnos y de los cambios y nuevas
propuestas pedagógicas, amén de las nuevas necesidades planteadas por una
sociedad altamente cambiante.
Los discursos, propuestas y demandas sociales han
ido por un lado y la formación docente por otro; las demandas de los alumnos
son cada día más exigentes y no existe una formación docente dinámica que
permita responder oportunamente a ellas. Por otro lado, la ciencia y la
tecnología ofrecen cada día aportes que no pueden ser ignorados por los
maestros.
La formación de docentes en servicio en América Latina
Cómo
se conduce la formación en servicio en América Latina
Es posible observar que algunos de ellos han
desarrollado propuestas interesantes que generan expectativas, tanto a nivel
del desarrollo y desempeño de la profesión docente, como en lo que toca a la
auténtica mejora del aprendizaje de los alumnos y alumnas.
Es posible percibir las diferentes políticas de
formación docente que subyacen a las propuestas que orientan la formación en
servicio en los países estudiados. En la mayoría de ellos, se trata de ofrecer
diversas modalidades de formación, aunque, a partir del impulso que se le da a
una frente a las otras, se pueden intuir diferentes prioridades. Se podría
decir que son tres las prioridades más comunes: la profesionalización docente,
la capacitación como estrategia fundamental para la incorporación en el trabajo
docente de las reformas educativas y el mejoramiento profesional de los
docentes.
Por otro lado, seis de los países estudiados tienen
la profesionalización como una finalidad dentro del proceso de formación en
servicio, tratando de regularizar una situación poco favorable pero real que se
ha venido dando durante años, al contar con docentes en ejecución que no han
sido formados para el cargo.
Marco
legal
Los países estudiados basan sus propuestas de
formación docente —y, en particular, la formación en servicio— en diferentes
sustentos legales. Siete de los diez países parten de las Leyes Generales de
Educación, las que incluyen en el marco de todo el sistema las orientaciones
necesarias para el abordaje del tema docente.
La relación existente entre capacitación–ascenso
o mejora salarial termina siendo una relación que crea bastante controversia,
pues puede generar una actitud no deseada en los docentes, como la de capacitarse
o mejorar sus prácticas profesionales únicamente por mejorar su situación
laboral y económica. Es común observar en los docentes un interés mayor por la
certificación y los puntajes que por mejorar su rendimiento profesional, por lo
que muchas veces se dan capacitaciones desarticuladas de la práctica y de las
necesidades del docente. Es muy importante que los sistemas de formación
docente y las estrategias que se aborden contemplen esta situación y la encaminen adecuadamente.
Sobre
las instituciones que se hacen cargo de la formación
En algunos países, la organización y regulación de
esta oferta se da a través del ministerio de educación o de una institución
creada especialmente para ese fin.
Los cursos o programas de capacitación en sí mismos
se dan a través de diversas instituciones que pueden ser universidades,
institutos pedagógicos, instituciones educativas, algunas ONG, etc.
Nuevas
estrategias para la formación en servicio
A través del estudio se puede apreciar la
incorporación de nuevas estrategias para la formación de docentes en servicio:
Los círculos de aprendizaje: esta estrategia se replica de diversos modos en
varios de los países estudiados, donde los docentes se reúnen periódicamente
para reflexionar, compartir ideas, teorías, características y principios
educativos. Constituye una modalidad operativa de un proyecto concreto de
trabajo grupal.
Los talleres comunales: Se basa en el aprendizaje entre pares y agrupa a
profesores de una misma comuna bajo la conducción de profesores guías, que son
capacitados por el CPEIP y reciben asesoramiento vía Internet durante la
ejecución de los talleres.
Las redes: están conformadas por docentes de la misma
especialidad, quienes se reúnen en torno a un tema trabajado en sus aulas o en
torno a un proyecto común. En esas reuniones exponen sus experiencias, las
discuten, analizan sus logros y dificultades, y se enriquecen con las opiniones
de sus pares.
Las pasantías nacionales e internacionales: Aquí se aprovechan las capacidades y competencias
de los docentes más reconocidos por sus pares y de las escuelas dispuestas a
compartir sus experiencias. Las pasantías internacionales tienen el objetivo de
observar in situ algunas experiencias innovadoras.
Las expediciones pedagógicas: tiene como propósito identificar las
mayores fortalezas y debilidades de la educación en el territorio nacional.
Algunas reflexiones finales
Este estudio nos
ha mostrado que, más allá de las particularidades que muestra cada país en su
forma de concebir y abordar la formación de docentes en servicio, la región
está viviendo un proceso de transformación.
La tendencia más
relevante que se encuentra en todos los países estudiados, al menos
declarativamente, es que se busca pasar de un sistema tradicional de
capacitación, caracterizado por su verticalidad y centralismo en los
ministerios de educación, a un sistema descentralizado y con mayor
participación de los diferentes actores educativos.
En
muchos países se busca dejar de capacitar para responder a necesidades y
políticas coyunturales, y se están trazando planes que fijan objetivos de
mejora en el trabajo docente a largo plazo. Lamentablemente, también muchos de
los países estudiados aún no encuentran las estrategias ni evidencian el real
convencimiento de que es necesario desprenderse de la inmediatez y de las
políticas marcadas por necesidades o afanes externos.
Las estrategias
utilizadas para la formación en servicio también están variando. Ya no se
recurre únicamente al dictado de clases, sino que se empiezan a privilegiar
otras estrategias que aportan al docente en la interacción con sus pares y en
el reconocimiento de sus propias experiencias.
Finalmente, un
aspecto que ha quedado muy claro es que la formación de los docentes en
servicio es un deber y es responsabilidad de los Estados responder a un
mejoramiento de la profesión.
Bibliografía
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